Toma acción: Comienza a hablar
Los jóvenes necesitan recibir información de un adulto en quien confíen. Pon en práctica estos consejos para iniciar una conversación con tu hijo hoy mismo.
Háblale desde temprano y háblale a menudo.
Comienza a hablar de tus valores y expectativas con tu hijo cuando este sea pequeño. Así se irá acostumbrando a compartir información contigo y a expresar sus opiniones. De esa manera será más fácil para ti seguir hablando a medida que él vaya creciendo.
Hay más de una forma de hablar con los hijos sobre el sexo. Intenta tener varias conversaciones cortas en lugar de una conversación larga. Y si has estado evitando tener esta charla, recuerda que nunca es demasiado tarde para empezar a hablar sobre el sexo.
Habla poco a poco.
Trata de no dar mucha información de una sola vez. Dales tiempo a tus hijos para pensar entre una conversación y otra. Quizás te vengan después con preguntas.
Escucha atentamente.
Al escuchar atentamente a tus hijos, les muestras que estás poniendo atención y tratando de entender sus pensamientos y sentimientos. Aquí tienes unos consejos:
- Asiente con la cabeza cuando estés escuchando.
- Repite en tus propias palabras lo que tu hijo haya dicho. Por ejemplo: “Me dices que te sientes frustrado con las reglas que te ponemos. Crees que ya eres suficientemente grande como para tomar tus propias decisiones”.
Más consejos para los padres sobre cómo escuchar mejor a sus hijos.
Toma acción: Haz y responde preguntas
Haz preguntas.
Dales a tus hijos el tiempo y la oportunidad para que hablen de sus sentimientos y de lo que piensan. Pregúntales sus opiniones. Escúchalos, aun cuando no estés de acuerdo con lo que opinan.
Intenta hacer preguntas como:
- ¿Cuándo crees que está bien empezar a salir con alguien?
- ¿Han hablado sobre la pubertad o el sexo en la escuela? ¿Tienes alguna pregunta sobre esto?
- ¿Cuándo crees que una persona está lista para tener relaciones sexuales?
Siempre toma en serio los valores y las opiniones de tus hijos. Así les mostrarás que respetas lo que dicen y se sentirán más cómodos de hablar contigo.
Debes estar preparado para responder a sus preguntas.
Cuando tus hijos hagan preguntas, pregúntales primero qué es lo que ellos piensan. De esta manera, sus respuestas te van a dar una mejor idea de lo que están preguntando y por qué. Esto también te dará tiempo para pensar en una respuesta.
Haz todo lo posible por contestar sus preguntas de manera sincera y correcta. Si no sabes la respuesta a una pregunta, puedes decirles: “No estoy seguro. Vamos a buscar juntos esa información”.
Recuerda que los niños obtienen información sobre el sexo de diferentes fuentes, como los amigos, el Internet y la televisión. Esto puede confundirlos. Por eso también es importante que tú respondas a sus preguntas de forma clara y precisa.
Toma acción: Consejos sobre la conversación
Para comenzar una conversación, utiliza ejemplos de los medios de comunicación.
Los jóvenes ven y escuchan mensajes sobre el sexo todos los días en los medios de comunicación: la televisión, la música y el Internet. Cuando algo relacionado con este tema salga a flote en un programa de televisión o en una canción, aprovecha la oportunidad para iniciar una conversación con tu hijo.
Habla en el auto o en la cocina.
A veces puede ser más fácil hablar sobre el sexo con tu hijo si estás haciendo algo más al mismo tiempo. Intenta hacerle preguntas mientras manejas el auto o mientras preparas la cena.
Asiente con la cabeza o repite lo que él te está diciendo para mostrarle que le estás escuchando.
Sé sincero.
Si te sientes avergonzado o incómodo de hablar sobre estos temas, no te preocupes. Sé sincero con tu hijo sobre lo que sientes. Recuerda que cuando tú eres sincero con él, es más probable que él sea sincero contigo.
Habla con otros padres.
Recuerda que no eres el único padre de familia que está pensando en cómo hablar con sus hijos sobre el sexo. Pregúntales a otros padres cómo lo están manejando ellos. Quizás te den consejos o ideas útiles.
Hablar con otros padres también es una buena manera de enterarte de los mensajes que otros niños están recibiendo sobre el sexo y las relaciones de pareja.